El Ministerio de Justicia en funciones convocó a las organizaciones de Letrados de la Administración de Justicia a una reunión sobre el escalafón del cuerpo, que tuvo lugar en Madrid en la tarde del 4 de abril, y a la que acudió una representación del SISEJ.
En la misma, el Secretario General comunicó que el Ministerio de Justicia ha renunciado a la elaboración de un escalafón actualizado para el Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia hasta que se apruebe un nuevo Reglamento Orgánico que fije el momento exacto de consolidación de categorías y sirva de «soporte legal» para dicho escalafón que -según ha reconocido el propio Ministerio- prevé de todos modos que será objeto de impugnación. El Secretario General anunció igualmente que se ha pedido informe al respecto a la Abogacía del Estado.
Recordemos que la reforma de la LOPJ por la LO 7/2015, aprobada apresuradamente en año electoral y en vigor justo antes de la convocatoria de elecciones generales, obligaba al Ministerio de Justicia a elaborar un nuevo escalafón actualizado del Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia en un plazo de 6 meses, hasta el 1 de abril, plazo que finalmente ha incumplido.
Desde el SISEJ hemos transmitido a los cargos ministeriales en funciones nuestras dudas sobre la situación creada.
Creemos que todos los Letrados tenemos derecho a que nuestra categoría profesional se vea reflejada conforme a un escalafón actualizado de acuerdo con los principios del nuevo artículo 441 de la LOPJ, de redacción confusa y precipitada, y que quienes estimen su derecho vulnerado en procesos administrativos como los concursos de traslado podrían legítimamente impugnar la resolución de los mismos.
Consideramos además lamentable que a lo largo de toda la legislatura el Ministerio de Justicia no haya presentado ni una sola propuesta de reforma de nuestro Reglamento Orgánico, y ahora se escude en su propia negligencia para justificar el incumplimiento de sus propios plazos en la elaboración de nuestro escalafón.
En definitiva, asistimos a un breve epílogo más de la deficiente gestión pública de un Gobierno que será recordado, entre otras cosas, por el desinterés en la transformación estructural y modernización de la administración de justicia y como exponente de la misma, en una mínima dignificación profesional del Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia.
