En la tarde de ayer el SISEJ acudió al acto de nombramiento del Ministro de Justicia, respondiendo a la invitación que se nos dirigió.
En este acto el Ministro expuso brevemente los ejes sobre los que pretende centrar la acción del Ministerio en esta legislatura, en la que se propone llevar a cabo una reforma integral de la Justicia que la agilice, modernizándola y dotándola de los medios necesarios, adecuadamente organizados, garantizando una justicia independiente, que luche contra la corrupción y que atienda a las necesidades de profesionales y ciudadanos.
Desde el SISEJ valoraríamos favorablemente este discurso si el Ministro no hubiera renovado su cargo. Lamentablemente, no podemos sino recibirlo con escepticismo teniendo en cuenta, entre otras cuestiones protagonistas de la pasada legislatura en justicia, la paralización en el despliegue de la oficina judicial desde hace cinco años, la discutible gestión y resultados obtenidos en la persecución del eslogan «papel cero», el enfrentamiento con todos los sectores sociales y de la justicia o la actuación ministerial en relación a las tasas judiciales heredadas del anterior gabinete.
Para llevar a cabo la anunciada reforma integral de la Justicia el Ministro prometió diálogo con todos los sectores. Indudablemente, el diálogo debería guiar toda acción de gobierno siempre, y no sólo cuando la coyuntura política fuera como la actual, pero también en este aspecto debemos mostrarnos escépticos dado que, según manifestó, su intención es la de mantener íntegramente el mismo equipo ministerial.
Desde el SISEJ hemos denunciado en repetidas ocasiones la opacidad en determinadas actuaciones ministeriales, plasmada, por ejemplo, en una política de concesión de comisiones de servicio y creación de plazas para ser adjudicadas por esta vía que generan más que dudas razonables sobre su objetividad, y también su falta de diálogo, que han reducido a una simple apariencia mediante la reiterada celebración de reuniones inútiles, asistemáticas e infructuosas.
Desde el SISEJ ofrecemos al Ministro, como siempre hemos hecho, nuestra cooperación y trabajo constructivo por el bien de una Administración de Justicia al servicio del conjunto de la sociedad, pero advertimos de que el Ministerio de Justicia debe variar su actitud si realmente pretende lograr un entendimiento con los distintos sectores ideológicos. La sociedad requiere de manera urgente una reforma estructural de la Administración de Justicia que se adapte a las necesidades de los territorios y reparta adecuadamente las cargas de trabajo, como desde el SISEJ recogemos en nuestra apuesta estratégica de reforma. Esta tarea debe afrontarse primando sobre cualquier otra cuestión el interés ciudadano y definiendo, a partir de esta premisa, los objetivos a corto, medio y largo plazo. El SISEJ siempre estará dispuesto a trabajar en esta línea, y respetar, críticamente pero de manera responsable, las discrepancias que puedan surgir, pero para ello reclamamos seriedad y la voluntad constatable de llegar a acuerdos.